Es una pieza básica y que en la actualidad se halla un poco en desuso. Sin motivo aparente ha ido desapareciendo de nuestras cinturas, pero es indispensable en cualquier armario masculino que se precie.

Se prescinde de él, lo cual es un craso error, ya que es un elemento indispensable en el buen vestir, tanto para ir muy arreglado, informal o de sport.

El cinturón tienen dos funciones: Una estrictamente funcional y que es, el sujetar el pantalón sutilmente (nunca ejercerá una presión excesiva, se nota y da sensación de morcilla) y otra, puramente de complemento o detalle.

De nuevo y como siempre, recordad que los pequeños detalles nos hacen diferentes, poniendo una nota particular en nuestro look . Un cinturón bien puesto da continuidad al conjunto, a pesar que nos separa en dos mitades superior e inferior, prolonga el conjunto con los zapatos. Éstos siempre deberían ir a juego con los cinturones, si usamos zapato de piel el cinturón también de piel, es decir, unión tanto en color como es textura.

Hablemos de cómo combinarlo y de qué tipo de cinturón usaremos en cada momento.

Para un look de vestir, sea traje o similar, usaremos cinturón de piel, serio y a juego con los zapatos y el traje. Si zapato negro cinturón negro, si zapato marrón cinturón marrón y es estos casos, el color marrón que sea igual o lo más aproximado posible al color de los zapatos. Esto en todos los casos de conjuntos de vestir. Solo en los casos más relajados, usaremos otro tipo de cinturón que no sea de piel, tal como lona, ante o similar, pero a juego con el zapato en color y textura.

En el caso de los vaqueros o looks muy de sport, el cinturón será más ancho y podremos jugar con más colores y texturas, sin perder de vista el conjunto. En zapatos de sport o en las zapatillas, tened en cuenta que la hebilla y la anchura del cinturón,  también juega un papel importante en el conjunto.

Como siempre, os adjunto unas fotografías para ilustrar las palabras.

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