"Los balcones son para asomarse y ser vistos"
Perfecto símil para la moda. Las personas que gustan de la moda se asoman al balcón de la vida para ver y ser vistos, alineándose con el saberse observado, viviendo la vida y el placer de sentirse bien vestido.
No me digáis que cuando os veis bien no os sentís mejor, más seguros y decididos. Es como asomarse al balcón y decir: "Miradme ahora".
Esto es una realidad. Nos vestimos primero para nosotros mismos, y después, para los demás. Eso es así, un hecho. Pues hagámoslo bien.
Hoy me han preguntado qué tal iría ponerse unos tirantes para una boda. Respuesta: No lo dudes. No es que puedas, es que debes. Y de vez en cuando, solo de vez en cuando, muéstralos con sutileza, dejando que la parte inferior de la americana se abra con ligereza para enseñarlos. Que vuele con mesura y con desmayo, haciendo equilibrio con el traje y flotando como un gas noble y pesado. No somos nuevos ricos, solo somos elegantes y la elegancia esta reñida con las demasías.
Otra pregunta: ¿El traje puede llevarse sin calcetines?.
Respuesta: Dependerá de tu aptitud y empaque. Yo diría que si y siempre que el pantalón sea un poco corto y pitillo, no lo hagáis si el corte de vuestro pantalón sigue siendo de ancho clásico. Es un poco arriesgado, pero sin riesgo no hay emoción y pasaremos a ser uno más.
Podéis encontraos con alguien que haga alusión a la cortedad de vuestro pantalón o a la ausencia de calcetines, solo pensad, y nunca lo digáis, que quizás la línea blanca de su frente sea la de la boina arcaica, que ha dejado en casa.
Respecto a las bodas, (también sirve para comidas, cenas y demás eventos sociales), no os quitéis la americana por nada del mundo y si hace calor, os aguantáis. El móvil en el bolsillo o en casa. En la mesa de comer no hay sitio ni para móviles, ni para mangas de camisa.
Si os asomáis a los balcones, que sea de forma elegante e inteligente. Ya me entendéis.
