" Dime qué zapatos llevas, cómo y con qué, y te diré quién eres".
Ya hemos hablado largo y tendido de los zapatos, de su importancia y de que son nuestra carta de presentación. Es aquello donde hay que gastar y lo que más debemos cuidar en nuestro vestuario.
Dicho esto, tenemos que hablar de su color y combinación. Distinguiremos entre zapatos de invierno y de verano, de zapatillas y botas.
Las zapatillas son un mundo aparte y del que ahora no vamos a hablar.
Nos centraremos en el zapato propiamente dicho. Hablaremos del zapato de cuero y el de ante. El de terciopelo lo dejamos, porque ya lo tocamos en su momento.
En los zapatos de cuero, los colores predominantes y de los que voy a hablar, son el negro, marrón y burdeos. Los demás colores ni los contemplo. Disculpad si no puedo con los otros colores y sus modalidades.
Los zapatos negros son más apropiados para el invierno y más de vestir, sobretodo con traje. Según el diseño, pueden llevarse con vaqueros. Con chinos o de texturas sport, no los veo.
Los marrones y burdeos en cambio, tienen más aplicaciones. Siendo de cuero, yo los asocio a zapato de vestir, aunque dada su versatilidad y si son de ante, incluso me cabe con vaqueros.
Sobre los zapatos de ante (mis preferidos), los colores que pueden adaptarse a cualquier color de indumentaria son los azules, los negros y marrones.
Todos ellos son combinables con todo tipo de ropa teniendo en cuenta su forma o estructura, ya que lógicamente, los de verano han de ser más ligeros y desestructurados.
Son ideales para darle un toque de color a los conjuntos, haciéndolos más alegres y desenfadados e incluso en verano, a los trajes. En general respetáremos texturas y colores para combinar.
Las botas, de las que no he hablado, naturalmente son un calzado de invierno y son de fácil combinación. Ésta, siempre será con conjuntos de sport, siendo perfectas para un conjunto de pantalón vaquero, chaleco, camisa con corbata (de punto) y americana.
Es conveniente cambiar de calzado cada día, no solo por estilo o higiene.
Al calzado hay que dejarlo descansar y respirar, que se airee. De igual manera, es conveniente usar hormas para que no se deformen y lleguen a perder la elasticidad y presencia.
Naturalmente hablo, de aquel calzado que por su calidad de materiales y comodidad, queremos que se mantengan en buen estado.
Debo recalcar la máxima importancia de la limpieza del calzado. ¡¡¡Es fundamental !!! Un zapato sucio o descuidado da imagen de parte de nuestra personalidad.