La sonoridad y el color son primos hermanos. Ambos tienen volumen y luz, emocionan a unos de una manera y otros de otra, a nadie dejan indiferentes. Son masas cuidadosamente equilibradas y sugestión de tiempo suspendido. Suenan y se meten en nuestra cabeza, unos por el oído, otros por los ojos, para quedar suspensos en nuestro interior.
Esperar que una emoción se vuelque en sonoridad o en tejido, para terminar siendo música o prenda de vestir y ambos nos produzcan placer y emoción. Lo que nosotros llamamos en la ropa, vuelo o caída, no es otra cosa que sonoridad, suena.
Pero hablemos de lo que me habéis pedido, lo que viene esta temporada. Viene el cuadro en todo tipo de prendas, chaquetas, camisas, pantalones, gabardinas etc,etc... Es decir, en todo lo que sea una prenda de vestir.
Nada nuevo, teniendo en cuenta que hace un par de años ya lo anunciamos desde este mismo post.
El chaleco con vaqueros, en trajes, en chaqueta y pantalón (que no es lo mismo que el traje). El mío preferido es el chaleco con pantalón vaquero y americana.
Lástima que aquí llegue tarde, le cuesta dos años llegar a nuestras latitudes, pero es lo que tenemos.
Colores: El blanco por encima de todo, incluso blanco sobre blanco. Se entiende mezcla de distintos blancos, colores tierra cálidos y tostados. Resumiendo colores claros y suaves.
En zapatos siguen en onda las zapatillas, zapatos muy, muy ligeros, desetructurados y asoman tímidamente los slipper, que ya sabeis que son de terciopelo con algún bordado en el empeine. Creo que ya hemos hablado de ellos en alguna ocasión, lo que pasa es que antes, solo se usaban de noche y en ciertos sitios, pero poco a poco, se abren camino en el pueblo llano.
Con todo esto y a pesar de lo que digan los gurús de la moda, sigo pensando que el azul, sobre todo el azul índigo, sobrevivirán.
Tener en cuenta una máxima: No hay atractivo que se mantenga sin inteligencia.
Ah!! y por supuesto, de calcetines, nada de nada.