Si alguien no lo tenía claro después de lo que hemos hablado en este blog, de cómo llevar un traje o de cómo deben quedar los trajes, no tiene más que ir al cine y ver la última película de James Bond: SPECTRE.

Podría darse una clase magistral del buen vestir.

El traje le queda ajustado cuando está en movimiento (hasta al saltar por los tejados). Incluso sentado. Pantalón más bien corto, americana justo por debajo del trasero, mangas para que se vean las de la camisa, smoking impoluto (blanco si sólo es para cenar con una dama). Nosotros no lo usamos, pero da gusto ver como lo lleva. Abrigo impecable, clásico de doble botonadura, zapatos cerrados, nada de mocasines, ya que éstos son para el verano y nunca con traje. Colores clásicos, excepto uno de color chocolate claro, perfectamente combinado con la corbata y cinturón a juego y por supuesto, todos los pantalones con vuelta.

Camisas blancas inmaculadas, corbatas oscuras, los chalecos de los trajes ajustados y herméticos y sobre todo, la apostura. Como si uno, hubiera nacido dentro de un traje. Sintiéndose a gusto.

Todo esto es obra de Tom Ford, diseñador de moda y estudioso del movimiento dentro de la ropa, es decir, haciendo que las prendas que diseña no envaren al que las lleva, si no que den libertad de movimientos. Que el traje se adapte a la persona como una segunda piel.

Si, ya se que nosotros, puede que no tengamos el porte de Daniel Craig, ni solemos saltar por los tejados, ni nos vestimos de gala para cenar en un tren fantástico por el desierto con una señorita misteriosa. No somos James Bond, ni falta que nos hace, pero si que es cierto, que algo se aprende. Sobre todo de cómo llevar la ropa y cómo moverse. Por lo demás, la "peli" muy entretenida.