Del verano se sale igual que de un recuerdo.
Nunca lo detenemos,
pero del mismo modo,
al recuerdo se vuelve igual que a los veranos,
del mismo modo.
Olvidad el verano, volved a la realidad, salid del sueño del verano eterno. No existe. Como tampoco existe la eterna juventud; ambos son un recuerdo en el tiempo. Pronto llegará el otoño, seguido del invierno y hay que prepararse.
¿Qué se lleva en esta época del año tan cambiante e imprecisa?, pues os cuento. Para el otoño-invierno viene la pana y micropana en trajes, pantalones e incluso abrigos. Los tejidos se visten de patas de gallo,cuadros, espigas y cuadros. Los jerséis de ochos, las camisas de franela, el pantalón sastre y la americana cruzada. En fin, una vuelta a los ochenta con diseños actuales.
Se toma como inspiración y punto de partida el concepto de moda danés hygge, que viene a decir: calidez, confortabilidad y bienestar. "Peli" y "mantita". (Ellos, con el frío que tienen, no deben salir mucho en otoño e invierno, con lo cual, no sé hasta que punto vale para nosotros, donde la calle es nuestra segunda casa).
Todo esto nos lo cuenta Inés de la Fressange, que ha creado una linea masculina para el gigante japonés UNIQLO, del que pronto oiréis hablar, si no lo habéis hecho ya.
Otra tendencia, esta italiana, ha sido vista en las pasarelas de Florencia y Milan y es usar el blanco, si habéis oído bien, el color blanco. En texturas propias de la estación, sobre todo en pantalones, e incluso en algún tipo de abrigo. Es una propuesta arriesgada, pero no queda nada mal. Es por algo que hablamos de la moda como una emoción y/o una sensación. Recordad que la belleza es armonía y el blanco es el color armónico por excelencia.
También veremos gorras, sombreros y gorros de lana, en suma, todo aquello que nos abrigue la cabeza. En calzado reinará el ante, el zapato con hebillas y botas y zapatillas nos acompañarán como el otoño-invierno pasado.
Toca abrigarse queridos y recordad que la armonia está en nosotros. Nos toca vestirla.