Luis Antonio de Villena en "El viaje a Bizancio":
"Vivir sin hacer nada, cuidar lo que no importa
y si todo va mal, si al final todo es duro
como Verlain, saber ser el rey de un palacio de invierno".
Nueve palabras, nueve, dan paso en "Un arte de vivir", el poema de Luis Antonio de Villena, a hastíos y emociones, tertulias y bellezas. Pienso en la inmensa belleza de un credo tan minúsculo.
Un traje a medida o unos vaqueros usados, ajustados a tu cuerpo a base de golpes de vida. Una cazadora de piel confundida con tu propia piel respirando a duo. Cualquier prenda que tu cuerpo ha modelado con el paso del tiempo, que conoce tu sentir y que hace que te sientas libre, seguro y hasta importante. La compañía de los tuyos. Las manos limpias. la infinita seriedad del ritual de cada mañana, el agua sobre la cara, el deslizar de la cuchilla sobre tu rostro, la tibieza de la ducha, la textura de la crema hidratante.
El sonido del perfume avasallando el silencio atronador del amanecer. El café en la taza de cada madrugada.
Una camisa limpia y planchada. La horma perfecta de un zapato viejo, la belleza de las cosas usadas, moldeadas y hechas a ti, a los rincones de tu cuerpo y sin embargo, bien cuidados con crema y cepillo, paño y bayeta. Con la sabiduría de un artesano.
Las rutinas de la madurez, elegidas tras años. La maleta previa a una mudanza, lo que cabe ahí, eres tú. Vivir es otra cosa.
La naturalidad y la sencillez: Esto es la elegancia. Sin necesidad de más joyas ni adornos que quizás, el reloj de tu padre. La medalla de tu madre, joyas del alma que aún respiran.
El olor del pan tostado, la gastronomía sencilla y la textura de los productos de siempre. "La cocina existe cuando las cosas tienen el gusto de lo que son", decía Curnonsky.
Los dias cortos de frío dando paso a la suavidad de una primavera, todavía esquiva. La prosa espartana de Luis Landero en el "El balcón de invierno": "En cada pequeño acontecer, lo trivial y lo misterioso van a partes iguales. Un grano de alegría, un mar de olvido".
"Cuidar lo que no importa y si todo va mal, si al final todo es duro, saber ser el rey de un palacio de invierno".
6 COMENTARIOS DE ESTA NOTICIA
“LA BELLEZA DE LO COTIDIANO: REFLEXIONES”
Cristina
25/03/2015 (20:45)Poético, precioso
Salome
25/03/2015 (22:02)Te superas cada vez, precioso
chelo
26/03/2015 (09:49)Descubrirte como poéta, tras largos años de conversaciones trascendentales y otras, ha sido un estupendo regalo matutino, he saboreado el café y me dispongo a ser reina de un palacio de invierno. Grato muy grato. besos.
Cris
26/03/2015 (21:12)José, qué preciosidad de texto. Bellísimo. Ni falta ni sobra nada.
En cuestión de moda ni entro ni salgo. Ya conoces «mi torpe aliño indumentario» y, a veces, confundo lo superfluo con ciertas modas y recomendaciones. Pero si de un poquico me sirve esforzarme cada día en buscar en la escritura para transmitir emoción y sentimiento, que sea para decirte que me quito el sombrero ante este post. Poesía, sí. Elegancia discreta, ternura y belleza a partes iguales.
Flores y besos para el poeta.
Luisa
28/03/2015 (19:06)Qué bonitas reflexiones. Es gratificante leer esto, de vez en cuando.
Estoy de acuerdo contigo: «La naturalidad y la sencillez. Esto es la elegancia». Un abrazo.
jose mateo
30/03/2015 (17:13)Gracias chicas me emocionáis