No corren buenos tiempos para la corbata. Da la sensación de que si llevas corbata, eres un antiguo, no estas a la moda o en el mejor de los casos, vas de ceremonia.

 

 

Nada de eso es verdad. Desde aquí, voy a revindicar la corbata como un magnífico complemento. Conseguiremos dar toques de seriedad o divertidos.

 

 

Os contaré su historia. La corbata aparece en Francia bajo el reino de Luis XII. En esta época, el rey de Francia recluta soldados croatas y éstos llevan un pañuelo anudado al cuello, posiblemente para protegerse del frío. Se piensa que el nombre proviene de croata y de ahí, la derivación a corbata.

 

 

Hacia 1650, la corbata como tal, se instala en el cuello de Luis XII y como comprenderéis, también en la corte y en toda Europa. Naturalmente, no era una corbata como la actual e irá evolucionando hasta nuestros días.

 

 

La llevaban los ricos y los "dandis" de la época. La corbata atravesará siglos y continentes, adoptando nuevas formas y texturas hasta nuestros días.

 

 

Hoy la corbata está un poco denostada. Ni siquiera en bancos o empresas se exige. Los políticos y prohombres, lucen cuellos abiertos para aproximarse a la gente joven y parecer más cercanos y comunes. "Canta" una barbaridad, porque no están acostumbrados. Llevan toda la vida escondidos detrás de ellas.

No se dan cuenta del juego que puede dar una corbata bien conjuntada y bien llevada.

 

 

Los "dandis" actuales, siguen luciendo magníficas corbatas y los muy modernos, las llevan conjuntadas con vaqueros y prendas deportivas, cumpliendo así su principal función que no es otra, que ser complemento. Es el toque de color. Un elemento más para conjuntar y jugar.

 

 

Apreciaremos en las fotos como distintos personajes, llevan distintas corbatas.

Yo abogo siempre por las corbatas discretas, estrechas, de punto y bien combinadas. Si llevas americana y pañuelo en el bolsillo superior, éste nunca debe de estar combinado con la corbata. El tono sí, pero nada más. Es demasiado reiterativo lo anterior y es más, en este caso, el pañuelo que se vea poco, en horizontal. Como el modelo inglés.

 

 

Consejos: Nunca dejes el nudo de la corbata hecho. Te la cargarás. Si te manchas, por más que te digan, si la llevas a limpiar, perderá textura, color y cuerpo. Ya no será igual. Solución: ¡No la manches, ten cuidado!. ¡Ah! se me olvidaba, nunca la lleves por debajo del botón del cuello de la camisa. Ésta tiene que tapar el botón, condición sine qua non y si no, no la lleves.

 

 

Saber llevar y combinar la corbata es todo un tratado de buenas maneras y hacer bien el nudo,....¡Ni te cuento!. Pero ésto será para otro día. Os dejo una muestra para que hagáis pruebas y ya me diréis.