"La paciencia del pescador y la listeza del cazador" Vamos a aplicar a las rebajas esta frase. Simulemos la caza o la pesca. Observemos.
Si necesitamos la presa con urgencia, es necesario ir al mercado y comprarla. Si podemos esperar, a la caza. Como buenos cazadores oteemos el terreno, las tiendas. Buscamos el rastro de la pieza, prendas que necesitemos y queramos comprar.
Una vez encontrado el rastro, lo seguimos para tener la pieza bien localizada, sea ropa, zapatos, etc.. Y entonces empieza la caza a la espera. O como buenos pescadores, paciencia y a esperar que se levante la veda.
Aquí se dan dos casos: Que tengamos mucha necesidad y/o que nos guste mucho. La urgencia de cazar o pescar la pieza. O que no nos corra prisa y queramos arriesgar a que cuando vayamos ya se hayan llevado la pieza, alguien más avispado o que tenía la urgencia que nosotros no.
Si es el primer caso, a la caza ya. Pero si queremos arriesgar y queremos cobrar una gran pieza, entonces hay que seguir agazapados a la espera. Dejamos pasar las primeras rebajas, nos armamos de paciencia, sin caer en el nerviosismo ni en la ansiedad. Eso si, seguimos vigilantes, que todavía esté nuestra talla y esperamos.
Segundas rebajas, vigilamos y vigilamos. Nervios de acero, seguir a la presa sin levantar sospechas.
Terceras rebajas (50% de descuento), la cazamos ya. O aguantamos hasta las rebajas finales (pueden ser de 60 ó 70%). Esto dependerá de tu aguante o necesidad. Se suelen cobrar muy buenas piezas, pero para esto, tienes que tener controlados todos los rastros, todos los "cados" e incluso la dirección del viento.
Y una vez cobrada la pieza, a presumir de ella y del precio conseguido. ¡Ah! y tener muy claro lo que queremos cazar o pescar y su precio. La cantidad no debe nublarnos el punto de mira.
En esta ultima fase, corremos el riesgo de que la presa se esfume. Son riesgos que hay que correr, pero claro ¡¡¡ Una vida sin riesgos!!!....
