CAMISA: Prenda de vestir con cuello, botones y puños que cubren el cuerpo.
Esto es lo que dice en su definición la Real Academia de la Lengua. Pero la camisa es algo más y más complejo dentro de su sencillez.
Siempre nos fijamos en el color, si es lisa, de rayas, cuadros o con estampados. Sin embargo, pocas veces nos fijamos en el corte, el acabado, los botones, los puños, la textura y sobre todo en el cuello. Estos detalles resultan más importantes y definitivos que todo lo demás. Es lo que definirá si la prenda nos quedará bien o mal.
Como decíamos, el detalle de la camisa lo marca por encima de todo el cuello, la versatilidad de esta pieza de sastrería hace que exista un cuello para cada tipo de persona. En función de la moda y dependiendo del corte y del estilo, podemos conseguir un efecto u otro.
Las camisas de vestir, tienen el cuello un poco más alto que las informales, aunque esto se está estandarizando. Ya sabéis, "el todo vale" algo que no debería llegar a ser.
Dependiendo tanto de vuestro atuendo, como de la morfologia del cuello, cuerpo y rostro, deberéis apostar por un tipo de cuello u otro. Si tenéis un cuello largo, usad una camisa con un cuello importante, un buen cuello italiano será el más aconsejable. Vestiréis el conjunto y realzaréis la camisa. Si por el contrario, vuestro cuello es grueso y corto, mucho ojo, procurad que el cuello de la camisa y por ende el vuestro, no sea lo primero que se vea de vosotros, oscureciendo y haciendo desaparecer el resto.
Como consejo os diré que lo mejor es probarse la camisa y dependiendo para que la vayáis a utilizar, uséis una u otra. Deberéis hacerla vuestra y encuadrarla en el conjunto, comprobando que os resulte cómoda y aporte algo al conjunto.
Os muestro unos cuantos tipos de cuellos para que os vayáis familiarizando con ellos y otro día los comentamos.