"LA SIMPLICIDAD ES LA BASE DE LA VERDADERA ELEGANCIA"

La camisa blanca forma parte junto a los vaqueros, la americana y la cazadora vaquera, a ese grupo  privilegiado de prendas denominadas "de fondo de armario".

Hay cosas que se aprecian con el paso del tiempo. Y entre ellas están el vino, la comida, la música y la camisa blanca.

Con 16 años  la camisa blanca es signo de madurez.  La lleva tu padre y sus amigos y claro, eso no va contigo. Es como los vaqueros, pero al revés, con 16 años solo llevas vaqueros y eso es lo normal, c0n 30  ó  40, aprendes a valorar los vaqueros en su justa medida.

La camisa blanca se re inventa año a año, década a década. Cambian los tejidos, los cuellos, las hechuras son distintas, pero en el fondo no deja de ser una "camisa blanca". Re inventada cada temporada y convirtiéndose de nuevo en  actual y moderna. Es sinónimo de prenda "básica que nunca falla".

Dice Vicente Benavent en VOGUE: "Cuando las tendencias bullen y los diseñadores pujan por posicionar sus diseños, el caos (jamás es un buen consejero) se apodera de las elecciones. Ante la cantidad de mensajes, mejor retomar el control y volver al consabido acierto: la camisa blanca".

Una camisa blanca bien cortada y confeccionada con buenos materiales, se antoja un perfecto lienzo donde trabajar tu imagen.

Dar con una camisa perfecta requiere, conocer tu anatomía e invertir tiempo en la búsqueda . ¿Cómo y con qué llevarla?. Combina con todo. Es la prenda perfecta por su color, con permiso del negro....

Ahora en verano, puedes llevarla con los botones superiores ligeramente desabrochados. Uno, máximo dos, no más y puedes lucirla por la noche con un fular, con las mangas remangadas y lucir así complementos como el reloj y pulseras.

Si refresca, un complemento perfecto es una cazadora vaquera o de piel.

!!Que bien les quedan a ellas nuestras camisas blancas!!

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