Os habréis fijado que las chaquetas tienen dos o tres botones y que el último, nunca debe de abrocharse. Como ya contamos en su momento en este blog, si tiene tres botones se abrocha el superior. Si la solapa es estrecha, podremos abrochar el de en medio; si sólo tiene dos botones, abrocharemos el superior. Nunca en ningún caso abrocharemos todos o el último.
Os preguntaréis porqué o de dónde viene esta moda. Hay que remitirse a la historia para saberlo y os la cuento.
Eduardo VIII de Inglaterra fue el culpable. Las chaquetas de su época se abrochaban todos lo botones y él se dejaba el último sin abotonar por su sobrepeso. Así conseguía mayor comodidad.
Todo el mundo en la corte entendió que era una tendencia de la Casa Real y por tanto, fue copiada por sus súbditos aceptándola como tal. Creó moda.
No olvidéis que su padre Eduardo VII inventó el esmoquin, el dobladillo del pantalón y puso de moda los trajes azules. Su hijo Eduardo VIII, dio además nombre al conocido estampado Glen Urquhart o Principe de Gales e inventó el nudo de corbata Windsor. (Tomado del libro "Vestirse por los pies" de David Garcia Bragado).
También hay que saber que las actuales chaquetas, provienen de la guerrera militar y ésta se abrochaba en su totalidad, hasta la misma garganta, con un número mínimo de cinco ojales. El diseñador Juan Avellaneda explica que hace unos años, las americanas eran muy largas y desabrochar el botón inferior, facilitaba el movimiento.
La americana se ha ido trasformando, pero a pesar del tiempo transcurrido, el elemento histórico no se retira.