Los días se alargan, la luz ilumina los armarios con brillos metálicos y la olas salpican estas páginas, con la promesa de unas estancias junto al mar.

Incluso en la oficina, el traje se relaja para aclimatarse a una estación en la que todo se aligera y tiene otro color.

Trajes y conjuntos hay muchos, pero no todos están a la altura de la etiqueta laboral. Es el momento de elegir, ser uno más o seguir un camino propio.

A nuestro hombre de la calle, al que madruga, va a trabajar o ya no, tiene una determinada edad, le gusta ir arreglado y desea asumir para sí las nuevas tendencias, pero sin estridencias, la moda no ha ofrecido grandes cambios en lo que se refiere a colores y lineas. Podemos cambiar en texturas  acompañadas con sutiles detalles que le significarán, haciéndole diferente.

Os voy a mostrar algunos diseños y colores distintos a los que nos tienen o estamos acostumbrados a vestir. Son atrevidos, personales, únicos y distintos. Tanto en la forma, como en el fondo.

Más que contar qué se lleva, qué ponerse y cómo ponérselo, os dejo una galería de imágenes para que lo apreciéis. No es cuestión de rupturas o de ponerse el mundo por montera, es cuestión de buen gusto, de ir un paso más allá y sin perder la compostura.

Si queréis significaros, ahí encontraréis la diferencia, sed atrevidos y descubriréis otras prendas bajo el sol.

Toda la galería de fotos se ha realizado en "Seis Grados"  Zaragoza-Sanclemente 25